martes, 5 de diciembre de 2006

Descripción del barrio




SeCToR PlAzA ñUñOa : A finales del siglo XIX, se da vigencia a la emergente comuna de Ñuñoa. Con un amplio territorio a su disposición, los terratenientes ,en su mayoría venidos desde la vieja España, comenzaron a establecerse en el lugar, cuyos hermosos parajes y poseedor de un territorio rico en actividad agrícola, comenzó a cautivar a los santiaguinos de la época. Decidieron ubicar la Muncipalidad en el centro... frente a la cual construyeron lo que como conocemos como la Plaza de Ñuñoa. Esta se transformó entonces, en el núcleo de la actividad comercial y recreativa de la comuna. Constituye hoy un importante centro de negocios a escala local, lo que ha significado el ingreso de nuevos flujos de recursos no sólo para el sector, sino para la totalidad de la comuna. La áligida vida nocturna que alberga, donde se destacan la enorme cantidad de pubs, restaurantes, la Cruz Roja, el Teatro de la Universidad Católica y la legendaria Batuta. Esta última ha sido el espacio donde han debutado grandes bandas nacionales .
El sector colinda las calles: Humberto Trucco, Irarrázabal, Jorge Washington, Manuel de Salaz ,19 de Abril y Doctor Yohow.
Las principales autoridades que acompañan al alcalde de la comuna (Pedro Sabat) son sus ocho consejales ; Andrés Zarhi , Claudia Vera Barría, Pablo Vergara Loyola , Jaime Castillo Soto, Jaime Hales Dib, Gerardo Monckeberg, Carlota Bravo Rivera, Danae Milynarz Puig

Reportaje-perfil : Andrés Zarhi

Andrés Zarhi Troy, concejal de Ñuñoa

“La política no es sucia…es ¡asquerosa!”


Uno de los concejales de Ñuñoa, brazo derecho de Pedro Sabat y ex reportero deportivo de canal 13 y Mega, dice que la política nunca fue lo suyo y siempre se mantuvo al margen a pesar de sus labores como periodista. De hecho, ni siquiera estaba inscrito en el registro electoral. Entró a Renovación Nacional como candidato independiente en el 2004 cuando Sabat le ofreció postularse como concejal de Ñuñoa. Ganó el puesto, sin embargo, su rechazo a la política se mantiene intacto.




Constanza Hidalgo



Hace un poco más de cuatro años, la rutina del ex reportero de canal 13 y Mega, Andrés Zarhi (55) que comenzó su carrera el año 74` escribiendo crónicas deportivas en el diario El Sur de Concepción, dio un giro de trescientos sesenta grados.
El 2004 Pedro Sabat, alcalde de la comuna de Ñuñoa, le ofreció postularse a la candidatura a concejal de la comuna y aunque le costó un tiempo decidirse, finalmente accedió. Cansado de correr tras la noticia y de la vida agitada del periodista, en julio de ese mismo año, cuando ganó la elección, también le ponía punto final a las largas horas de insomnio y trabajo nocturno, para dedicarse de lleno a sus labores en una estrecha oficina al interior de la municipalidad de Ñuñoa con un horario estable y un sueldo fijo.

En el portal de Internet de La Tercera sobre las elecciones Municipales 2004, salió como uno de los candidatos “famosos”, pero su idea de ser concejal, se basaba en “apoyar las iniciativas que signifiquen progresos, seguridad y calidad de vida para los ñuñoínos” (La Tercera año 2004), nada en relación a la televisión.


Sin embargo dice que se equivocó. Los que lo rodean, como su secretaria y amiga cercana, Rosa Gutiérrez, dicen estar seguros de que esto no es para él, a pesar de que según ellos, se ha desempeñado muy bien en el cargo. Gutiérrez afirma que Andrés Zarhi no pretende llevar su carrera como concejal más allá de estos dos años que le quedan. Pretende, de hecho, volver a trabajar en Mega en un programa de reportajes deportivos “que es lo que realmente le gusta” afirma Rosa.
Su temprana afición por el deporte lo hicieron trabajar en el diario El Sur, cuando sólo tenía 20 años “me llamaron para un reemplazo, porque sabían que a mi me gustaba el deporte. Reemplacé al ‘cabro’ por el verano y parece que les quedé gustando porque me contrataron por todo el año después”, recuerda Zarhi.
Cuando se pregunta por él en la calle, la gente lo reconoce porque “salía en la tele”. De hecho, la mayoría que sacó en las elecciones del 2004 se debieron, según él, a eso.

Tenía la ventaja de la popularidad entre la gente, quienes lo reconocen como “cercano, muy simpático, sobre todo con las mujeres”, afirma María Teresa Rodríguez, una vecina de la comuna. Es desordenado y como buen ex reportero, su oficina está plagada de papeles tirados con información que pareciera ser valiosa. Revisa mails, contesta el teléfono, mira a la mujer que va pasando y conversa, todo a la vez.

Zarhi y su “alergia” a la política: Todos los caminos llevan a la televisión

Fue su gran fijación por el deporte la que siempre lo mantuvo alejado de temas de política. Era un tópico que no le interesaba y del que prefería mantenerse al margen “siempre pensé que los políticos era unos corruptos, y lo afirmé cuando entré a trabajar aquí” denuncia. Pero para ser concejal tuvo que adherirse al partido que más representara sus ideales y eligió para ello Renovación Nacional, aunque se presentó como candidato independiente (bajo el alero de RN que era el partido de Sabat). Esto a pesar de que, según comenta Paulina Becerra, su compañera de trabajo, “Andrés no tiene pinta de ser de derecha”. En realidad no es de ningún partido; de hecho, hasta hace cuatro años no estaba inscrito en los registros electorales, pero tuvo que hacerlo para postular a las elecciones municipales en el 2004, “ahora estoy arrepentido” confiesa.

A pesar de que ganó las elecciones y estuvo dentro del 3.76% de los candidatos Independientes electos de la Alianza, no tiene reparos en denunciar algunos de los líos que él mismo califica como “ilícitos”. Dice que, debido a su imagen de antiguo rostro de televisión, algunos de los postulantes que incluso eran de su mismo partido, se encargaron de sabotear su campaña “Claudia Vera –actual concejala RN- mandaba a tipos para que rallaran o rompieran mis carteles”. Auque dice estar seguro, no le consta.

Votó por Sebastián Piñera en las elecciones presidenciales de este año, pero fue por mero compromiso “por supuesto que iba a votar por Piñera, ¡mi jefe –Sabat- es RN! “, comenta. Aún cuando está dentro del marco político, se mantiene al margen y prefiere defender cierta objetividad.

En sus proyectos a futuro no está incluida la política. Piensa a acompañar al alcalde Pedro Sabat en lo que le queda y luego reincorporarse y al periodismo deportivo, que es lo que le gusta. Todos los caminos lo llevan de vuelta a la televisión y lo alejan por completo de la política. No cree que, por el hecho de haber pertenecido al mundo de los partidos, se le cierren las puertas en los medios “me conocen y saben que siempre mantengo mi centro…además todo el mundo sabe que no me interesa en lo absoluto la política”.

lunes, 4 de diciembre de 2006

Crónica


Sector Plaza Ñuñoa:

Exigua vigilancia en calle aledaña a la plaza Ñuñoa advierte altos índices delictivos

La municipalidad de Ñuñoa mantiene actualmente, convenios con la Fiscalía contra la Delincuencia y el Departamento de Seguridad Ciudadana con el fin de contrarrestar los constantes robos de autos en el sector. Vecinos aseguran que no parecieran ser suficientes.

“Aquí pasa de todo. Uno cree que este sector es tranquilo, pero todas las semanas vienen cabros buscando plata y en tres segundos abren los autos, sacan la radio y se van corriendo”, asegura Héctor Vejar, un lavador de autos de la calle Humberto Truco, quién además afirma que la vigilancia en el sector es escasa y que los automóviles que circulan de Seguridad Ciudadana, no bastan para solucionar el problema.

La Municipalidad de Ñuñoa ha invertido una cifra cercana al millón de dólares anuales en el tema se seguridad, pero aún así, personajes como “El Flaco” o “ El semilla”, siguen apareciéndose por las calles colindantes a la plaza Ñuñoa y siguen saliendo impunes a pesar de sus reiterados delitos.

Vecinos y locatarios del lugar, aseguran que esta situación ha sido informada por ellos mismos a la Municipalidad y al alcalde ( Pedro Sabat), quienes han tomado medidas al respecto; entre ellas, el Plan global de Iluminación Peatonal y Alumbrado público de mejor calidad.
El problema es que estos delincuentes, usualmente actúan a la luz del día y no sólo se dedican a robar autos, sino que “también se meten a los negocios a robar carteras y billeteras a los clientes” cuenta Margarita Rojas, dueña del local “Café de la plaza”, ubicado en Humberto Truco,

Al parecer, la única seguridad factible es el propio Héctor Vejar, quien se encarga de informar a los locatarios, acerca de las apariciones de los delincuentes: “Yo los conozco– asegura- . El Flaco es de por aquí cerca, vive en la población Rosita Renard de Ñuñoa”. Vejar asevera que los motivos que llevan a estos delincuentes a cometer el hurto, son principalmente las drogas. Afirma que “el Flaco es adicto a la pasta base, por eso viene acá a robar…para conseguir algo de plata y comprar droga”.

Por otro lado, vecinos afirman que, debido a las constantes peleas que se generan en torno al lugar, la Municipalidad ha tomado cartas en el asunto, pero según dicen “no parecen ser suficientes”.

Reportaje Edificios en altura


Permisos de edificación:
ÑUÑOA Y SU MAL DE ALTURA

Ciudadanos de Ñuñoa denuncian que el alcalde, Pedro Sabat “utiliza procedimientos impositivos y autoritarios frente al Concejo Municipal”, instándolos a votar por los permisos de edificación sin otorgarles un plazo razonable de estudio de las materias. Mientras tanto la Red Ciudadana por Ñuñoa exige la modificación del Plan Regulador Comunal (PRC).




Al caer la tarde del pasado 3 de octubre, todavía se veían a las afueras del teatro municipal de Ñuñoa, las pancartas que llevaban la consigna de “NO A LA MASACRE URBANA”. Estas, escritas bajo el alero de distintas organizaciones vecinales y la Red Ciudadana por Ñuñoa (RCÑ) , en pos de exigir la congelación de los permisos de edificación en la comuna y la elaboración de un nuevo plan de regulación , distinto al presentado por el alcalde, Pedro Sabat.

Tres años atrás, Ñuñoa fue clasificada como la comuna de “Mejor Calidad de Vida” a nivel metropolitano, según afirma María Ana García, arquitecta y jefa de asesoría urbana de la comuna. Esto ha hecho que la ley de oferta y demanda haya generado un alto crecimiento de proyectos inmobiliarios en todo el sector urbano cercano al centro de la comuna (sector plaza Ñuñoa, principalmente). Pero como era de esperarse, los intereses antagónicos de los vecinos versus la Municipalidad, además de la burocracia de los procedimientos y la exigente representación de las organizaciones comunales, han develado serios conflictos de interés.
Los proyectos involucran la utilización de gran cantidad de superficie y además, produce un notable aumento en la densificación por metro cuadrado; en el espacio donde antes vivían dos familias, hoy, con la creciente demanda de construcciones, la cifra se eleva a 70 familias aproximadamente. Una diferencia nada despreciable.



La propuesta municipal, que fue apoyada por los concejales, planteaba por un lado, la reducción de la altitud de las construcciones, permitiendo un máximo de 5 o 7 pisos por edificio según sea la zona. Por otra parte, se propone la edificación en altura con plena libertad en los bordes periféricos de la comuna (no en el centro como se hacía hasta el momento), oferta que, según la RCÑ “no considera los segmentos más pobres y vulnerables de la comuna”, lo que generaría un grave impacto urbano, medioambiental y social sobre los sectores como la población Rosita Renard o Condominio 21 de mayo.
Las cartas estaban puestas sobre la mesa ya desde mayo. Pero los vecinos se negaron rotundamente a aceptar la propuesta del alcalde, la que, por lo demás, consideran “son soluciones parciales a problemáticas estructurales”. Frente a ello, se forjó la idea de convocar a una audiencia pública para plantear a Pedro Sabat, las nuevas demandas en la que se recolectaron más de mil firmas que apoyaban la moción de los vecinos.
La municipalidad no hizo oídos sordos frente al conflicto que se situó irremediablemente sobre el escenario ñuñoíno. Las autoridades sabían que el problema era prácticamente una bomba de tiempo y que las cifras de habitantes residentes en la comuna ya iban por los 53.894 según el último registro realizado a mediados de este año.

Para calmar los ánimos, Carlos Farías López, director de Obras Públicas del municipio, junto con la Dirección de Obras Municipales (DOM), se encargaron de formular un plan regulador que atendiera a las demandas propuestas por los vecinos, pero esta no tuvo la aprobación esperada. De hecho se exigió al Concejo Municipal, no una modificación del plano regulador existente, sino la creación de uno completamente nuevo. Además, cuenta Andrés Carreño, un integrante del grupo coordinador de la RCÑ, que se está intentando hacer reconsiderar a los concejales, acerca de sus posiciones frente a la primera propuesta del alcalde que “no hace más que perpetuar y agudizar la destrucción de la comuna”.
Denuncia la RCÑ que “Sabat otorga plazos muy breves para estudiar las materias en cuanto a dónde construir y si, en definitiva, hacerlo o no”. Esto causa según Carreño, que “las decisiones son tomadas muy a la ligera y, por supuesto, la mayoría de las veces son prácticamente influenciadas y dirigidas por el mismo Sabat”.

Ahora bien, la Municipalidad se ha encargado de hacer pública toda su gestión y frente a la preocupación de las organizaciones comunales, se ha propuesto, por un lado, actualizar el PRC con las últimas modificaciones experimentadas por la Ley General de Urbanismo y Construcciones, sobre todo en materia de publicidad y usos de suelo. Pero esto no basta para los vecinos; sus propuestas, según María Ana García, van más allá de lo que puede ofrecer el municipio. Por ejemplo, se exige eximir del pago de contribuciones a toda construcción que sea privada de asoleamiento o haya sido dañada por las nuevas construcciones. O también se pide que el municipio se comprometa a un plan de financiamiento para la reparación de las viviendas antiguas.

Una serie de peticiones y repuestas van y vienen desde ambos lados del ring, pero ninguno quiere dar su brazo a torcer. Hernán Figueroa, residente en una vivienda de las calles colindantes a la plaza de Ñuñoa y presidente de la junta de vecinos de un edificio de tres pisos, dice estar cansado de tanta conjetura respecto a las decisiones que se están tomando “no sé cuál es el problema, la cuestión es dejar de dar permisos para construir como si fueran, no sé, gotas de lluvia a cualquiera que lo pida, eso no puede ser. Es verdaderamente una falta de respeto a la comunidad”.




Entrevista a Manfred Klain




“Chile fue en realidad mi única opción de vivir”

Nació hace 86 años en una ciudad alemana devastada tras el holocausto nazi de donde huyó adolescente 69 años atrás, que es además, el tiempo que ha vivido en Chile. Manfred Klein, es el símbolo viviente de una generación marcada por las guerras y predestinada a cumplir la tarea de universalizar la cultura de un pueblo sin territorio con la fuerza de sus convicciones



El estallido de la Segunda Guerra Mundial —tiempos de holocausto— desató un éxodo judío por doquier. Teniendo a Hitler en casa, los judíos alemanes eran el principal blanco de la persecución nazi y para lograr salvar a sus familias de la cacería nacionalsocialista, buscaron refugio en tierras americanas. Se estima que entre 1880 y el comienzo de la Segunda Guerra Mundial en 1939, emigraron de Europa a Norte y Sudamérica y a Palestina más de 3,5 millones de judíos. El 10% de ellos, lo hicieron a América del sur.
Al interior de un barco para refugiados proveniente desde Holanda, venía Manfred Klein para sumarse a la cifra; un joven de 17 años de religión judía, quien, enviado por su familia, tomó sus maletas y se dirigió lo más lejos posible del que había sido su hogar. Dejó toda la vida entera tras sus pies y este giro radical que dio repentinamente su vida, lo convirtió en uno de los tantos ejemplos de inmigrantes que han llegado al continente sudamericano en busca de trabajo y salvación.
¿Porqué sus padres escogieron enviarlo a Chile, pudiendo escoger cualquier otro lugar, a lo mejor con una idiosincrasia nacional más acorde a la que usted y su familia estaban acostumbrados?
Bueno, fue una decisión sumamente difícil, sin embargo había que tomarla con mucha rapidez, porque no había tiempo para planear nada
Yo, como era demasiado joven todavía, no como ahora – ríe- no era considerado como un refugiado político y además nadie me iba a dar trabajo tampoco; obviamente con 17 años, poco y nada sabía hacer.
Pero bueno, se dio la casualidad que a un vecino amigo mío (también judío), le llegó la noticia de un internado en donde se daba refugio y educación a jóvenes judíos como yo… y ahí fui con él. Era en Holanda. Ahí estuve un tiempo, aprendí algunos oficios que me sirvieron después, Y desde ahí mismo, salió la oportunidad de ir a Chile.





¿Cómo logró salir de Alemania?

Uff... no fue para nada fácil. Mi padre y mi madre me consiguieron una visa para salir del país. Imagínate, ¡el país era realmente un desastre!. Me vine prácticamente arrancando…o sea, no prácticamente, sino que literalmente arrancando.

Fue difícil, me imagino, dejar todo atrás; familia, amigos, patria… sobre todo si se vino completamente solo…

Si, fue muy difícil.. Miraba alrededor mío y pensaba ¿porqué me tengo que ir, porqué tengo que salir arrancando de mi país? Bueno eso en realidad lo reflexionaba tiempo después, cuando ya tenía un poco más de conciencia de lo que estaba pasando.

Pero estando en la misma Alemania, ¿aún así no veía la magnitud del asunto?

Aunque no lo creas, no. Yo era un chiquillo un poco despistado; no me interesaba la política o la religión. Hacía lo que me decían mis padres y me atenía a eso. Era bastante indiferente frente a lo que pasaba a mi alrededor, aún cuando era sumamente difícil serlo en esa época.

Disculpe, ¿dijo que no le interesaba la religión?

- Ríe- No, la verdad es que no. No me interesaba mayormente ser o no judío, mis papás y mi familia completa lo eran, pero yo me mantenía al margen. Mis padres eran de convicciones fuertes y les dolía de sobremanera el que yo, su hijo, no estuviera “ni ahí” , como dicen ustedes los jóvenes, con las raíces de mi pueblo.

Pero esto con el tiempo cambió…

Sí, total y profundamente. Una vez que fui creciendo, comencé a leer los periódicos, a ojear alguno que otro libro y recién ahí me vine a dar cuenta de todo. Pero sólo una vez que llegué a Chile, no antes.





¿Qué pasó con usted cuando recibió este golpe de realidad?

Imagínate, fue ¡terrible! Me sentí decepcionado de mi país, pero sobre todo de mi mismo. Pasé por un periodo muy triste. Comencé a enterarme de las horribles matanzas de las que eran parte los judíos en la Alemania de Hitler y ahí se me calló el mundo. Me di cuenta recién, imagínate, de que mis padres me habían salvado la vida y que Chile había sido en realidad, mi única oportunidad de vivir.

Atengámonos un poco a su estadía en Chile, ¿cómo logró iniciar una nueva vida?

Bueno, llegué acá gracias a la visa que consiguieron mis padres y de hecho fui uno de los pocos que consiguieron salir de Europa justo a tiempo. Tenía ya el oficio de obrero textil e inmediatamente comencé a buscar trabajo. No fue muy fácil. La gente me hacia preguntas y como te decía antes, yo no entendía mucho el asunto, pero sí sentía que eventualmente, si hablaba más de la cuenta, podría traerme consecuencias. Por eso siempre fui bien calladito… hacía mi trabajo y nada más.


¿El idioma fue otro de los impedimentos?

¡Si, evidentemente! Yo no sabía prácticamente nada de español. Esa fue probablemente una de las mayores dificultades, sin lugar a dudas. Pero gracias a Dios, y por meras circunstancias de la vida, conocí en ese tiempo a la que sería mi señora. La Gisela (Grün). Ella me ayudó mucho con el tema del idioma.

¿Ella era también alemana?

Sí, pero sus padres se vinieron mucho antes a Chile, por lo que, cuando nos conocimos ella ya sabía bastante del idioma.

¿Y era judía?

Si, también era judía. De hecho, fue ella la que me devolvió la religión al alma, y eso es una de las cosas más grandes que me ha pasado..
Hasta el día de hoy vamos juntos a la Sinagoga que está a unas cuadras de acá – de la calle Manuel de Salaz-
. El acercarme a Dios fue fundamental en una época en la que yo me sentina completamente abandonado. Fue como mi salvación.

Y de Chile, ¿podría decirse que siente lo mismo?

Absolutamente. El haber venido a Chile fue una oportunidad de reencontrarme con mí mismo, con mi gente, con mis raíces. Allá importa mucho el origen del que provengas y no necesariamente son compatriotas los que nacen en un mismo territorio. Entender eso me ayudó a crecer y a madurar

Paradójicamente, migrar hacia otro país lo ayudó a encontrar sus raíces…

Precisamente –ríe-

¿Ha vuelto a Alemania?

Sí, viajo casi todos los años. Tengo a gran parte de mi familia allá; mis dos hermanos y mis sobrinos. Trato de no olvidarme nunca de ellos y de visitarlos bastante. Pero siempre vuelvo a Chile, este es mi hogar.